En un lujoso helicóptero llegó el “El sol de México” Luis Miguel al Estadio Olímpico, para cumplir el esperado concierto prometido a sus fanáticos dominicanos, que no pudieron corear sus canciones, un día antes como esta previsto, por fallas técnicas.
A las 9: 00 de la noche del pasado jueves, el ídolo se presentó, vistiendo como le caracteriza un traje negro implacable, corbata del mismo color y sin muchas palabras, cantó “Será que no me amas”.
Luego le siguieron: “La bikina” con mariachi, además de “Te necesito”, “Reloj”, “Por debajo de la mesa”, “Contigo en la distancia”, “La incondicional”, entre otras.
El público no paro de cantar, gritar y hasta llorar por su artista favorito olvidando todo lo ocurrido, el mal gusto del día anterior.
A la gente asistente no le molestó la espera para disfrutar del baladista, ya que llegaron residentes dominicanos, hasta de Estados Unidos y de Dubai para disfrutarlo.
Al momento de amenazar con despedirse, en eso de las diez y media de la noche, el artista esparció besos por el aire, ante la fanaticada que aclamaba su nombre y solicitaba “otra canción” de manera reiterada, en medio de una danza de fuegos artificiales, Luis Miguel lucía cansado y sudado, pero pleno y agradecido por el respaldo de su público.
El show culminó sobre las 10:35 pm, con un artista sudado y cansado pero feliz y agradecido por el respaldo de su público. Sin dudas, una leyenda viva, que con sus luces y sombras, ofreció un espectáculo genial.
Luego de terminar se dirigió a nuevamente a su helicóptero y algunos fanáticos decidieron ir tras él a pocos kilómetros de la arena para despedir al artista mexicano.
El personal de seguridad y agentes controlaba la situación mientras ‘Luismi’ sonriente le daba la mano a quienes lo alcanzaban, antes de finalmente abordar el helicóptero.