Mi entrenador de bienestar me recordó que debía saborear cada momento emocionante de mi día, y que siempre me tomara un tiempo para descansar y recargar energías. Es un buen consejo, lo suficientemente bueno como para creer que no proviene de un humano, sino de un algoritmo de inteligencia artificial antropomorfizado como un panda de dibujos animados.
Mi algoritmo con forma de panda vive en la aplicación Earkick, puede describir mi estado de ánimo a través de la escritura, una nota de voz o un video. Aproximadamente 20 segundos después, el algoritmo ha analizado mi estado de cuenta en busca de signos de ansiedad y me ha dado una recomendación personalizada y conversacional sobre cómo puedo sentirme mejor.
Earkick forma parte de un pequeño ejército de chatbots, weobot quizás el más conocido entre ellos, que promete utilizar el poder de la Inteligencia Artificial para el bienestar humano.
Describa un problema a uno de estos chatbots y puede responder con lo que se siente como empatía, ofreciendo sugerencias o haciendo preguntas de seguimiento tal como lo haría un médico humano, y con una tasa de éxito bastante buena, según la investigación sobre el tema.
La evidencia preliminar sugiere que los chatbots pueden ofrecer elementos de terapia y otras herramientas de salud mental lo suficientemente bien como para reducir los síntomas de depresión y estrés, al menos un poco, y los datos de Earkick encuentran que las personas que usan la aplicación durante aproximadamente cinco meses informan una mejora del 34% en el estado de ánimo y una reducción del 32% en la ansiedad. En una encuesta el 80% de las personas que habían utilizado Chatgpt para obtener consejos de salud mental lo consideraron una buena alternativa a la terapia habitual.
Pero, ¿lo es realmente? La terapia, después de todo, es una práctica tradicionalmente basada en la interacción humana, en la confianza y la intimidad y la inteligencia emocional. Los estudios muestran repetidamente que la relación entre el terapeuta y el cliente es uno de los mejores predictores del éxito en el tratamiento, lo que significa que es “fundamental que el paciente sienta una sensación de confianza con el terapeuta, que experimente al terapeuta como cálido, comprensivo y empático, y que sienta que el terapeuta es alguien con quien puede hablar. “, dice David Tolin, profesor adjunto de psiquiatría en la Facultad de Medicina de la Universidad de Yale y ex presidente de la Asociación de Terapias Conductuales y Cognitivas.
Hay investigaciones que sugieren que las personas pueden desarrollar conexiones con “agentes conversacionales” como los chatbots. Y dado que el acceso a los proveedores tradicionales es enormemente inadecuado, existen claros beneficios potenciales al confiar en ellos como sustitutos. Pero, ¿puede la IA realmente duplicar la experiencia de hablar y acercarse a un terapeuta humano, y debería hacerlo?
“Digo esto en parte como terapeuta en ejercicio”, dice Tolin. “Hay algo que me parecería un poco triste si finalmente reemplazáramos la conexión humana con una conexión de computadora”.
