Inicio CIENCIA & TECNOLOGIA ChatGPT: El punto de quiebre en la revolución de la inteligencia artificial

ChatGPT: El punto de quiebre en la revolución de la inteligencia artificial

Todo este artículo periodístico podría haber sido redactado en apenas unos segundos por una inteligencia artificial (IA). Incluso la ilustración que lo acompaña pudo haber sido creada autónomamente por una herramienta digital que, en base a algoritmos y a una enorme base de datos, interpretó —e incluso aplicó cierto criterio artístico— las instrucciones de un usuario humano. O no. (Le damos la garantía de tanto el artículo como la ilustración son creaciones humanas).

La rápida y sorprendente consolidación este 2023 de ChatGPT (siglas en inglés de Chat Generative Pre-Trained Transformer), una plataforma de IA desarrollada por OpenIA, así como la irrupción de otras IA generativas como DALL-E, Bard, AlphaCode o Midjourney, por nombrar solo algunas, han difuminado de cierto modo las barreras entre el factor humano y las máquinas. Se podrá debatir en términos filosóficos qué significa eso, pero en la práctica se ha instalado la idea de que la evolución de la tecnología computacional ha llegado este año a un punto de no retorno, en el que muchas de las tareas que hasta ahora eran exclusivas del hombre —como aquellas que implicaban la creatividad o la reflexión— ya las pueden ejecutar sistemas informáticos cada vez más desarrollados.

Se trata de una revolución imparable, que recién está dando sus primeros pasos firmes luego de años de investigación en machine learning. Un hito clave ha sido ChatGPT, que en apenas unas semanas desde su lanzamiento se convirtió en la aplicación de internet de más rápida adopción, con más de 100 millones de usuarios semanales, una cifra que Facebook solo alcanzó después de cuatro años. El modelo de lenguaje ha demostrado en sus distintas versiones una impresionante fluidez y naturalidad en las conversaciones, responde a preguntas de casi cualquier tema —compitiendo con Google, el gran titán de la web—, resume libros completos en apenas unos caracteres, traduce y transcribe con precisión. También escribe poemas o redacta prosa con el estilo de grandes autores de la literatura, inventa chistes, da indicaciones médicas, resuelve problemas matemáticos complejos, escribe códigos de programación e incluso se atreve a dar consejos amorosos.

Sus múltiples usos han transformado en tiempo récord áreas como la educación, que enfrenta el desafío de detectar los ensayos de estudiantes redactados por IA. En la industria editorial, hoy ya se encuentran en Amazon varios libros con la autoría o coautoría de ChatGPT. Y por supuesto, ha generado múltiples polémicas, como el caso de un juez que utilizó el criterio del chatbot para dictar un fallo judicial, el congresista que le encargó un discurso político o el de personas que le han pedido ayuda para realizar hackeos o traficar drogas, lo que ha obligado a reforzar la llamada “matriz ética” del sistema.

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